GENERALIDADES DEL PACIENTE CRÍTICO Y SU TRANSPORTE











INTRODUCCIÓN.

Ya hemos hablado sobre los antecedentes y la historia del trasporte de personas en una situación médica urgente, que seguramente su origen fue desde el mismo inicio de la humanidad, aunque las bases históricas nos hablan que el inicio se remonta a las acciones militares que realizaban los romanos en el siglo I A.C y que hacían evacuaciones de heridos en el campo de batalla.
hoy en día prácticamente todos los países cuentan con servicio de ambulancias que trasladan diariamente a una gran cantidad de pacientes para su valoración y tratamiento adecuado contemplando dos tipos; traslado de la escena al hospital, y los traslados interhospitalarios. 
Ahora bien, podemos señalar de forma general dos tipos de pacientes; los que requieren un tratamiento y traslado básico ya que su vida no corre peligro y aquellos pacientes que necesitan una intervención más agresiva debido a que sus condiciones son críticas.
De este tipo de pacientes deseo hablar y así entender por que un traslado adecuado y correcto son esenciales para su supervivencia.

TRASPORTE DEL PACIENTE CRÍTICO.




La definición correcta sería; desplazamiento de personas enfermas, accidentadas o por otra razón sanitaria, en vehículos especialmente acondicionados al efecto.

La clasificación como ya había comentado la definimos en:

Según el objetivo de trasporte:
  
Transporte primario o prehospitalario. Es es el que se realiza desde la escena del accidente o lugar donde se encuentra la persona enferma hasta el hospital receptor.
Trasporte secundario o interhospitalario. Se realiza de hospital a otro hospital. 
Transporte terciario o intrahospitalario. El que se lleva a cabo dentro del mismo hospital.

Según el medio utilizado:

Transporte terrestre.
Trasporte aéreo.
Transporte marítimo.

Debemos señalar que el tipo de transporte dependerá de varios factores, uno de ellos es la distancia, por ejemplo; sabemos que si ésta es inferior a 150 km se aconsejan las ambulancias terrestres.
En distancias que oscilan los 150 y 300 km se recomiendan los helicópteros.
Cuando la distancia supera los 300 km se piensa en un traslado en avión sanitario.

Otro tipo de clasificación dependerá del tipo de paciente y su gravedad, de qué tipo de ambulancia; básica, avanzada o de terapia intensiva. 

Ya que quedó claro lo anterior, es momento de mencionar los efectos que sufren los pacientes cuando son trasladados porque sucede que es un tema que muchas veces no tomamos en cuenta pero que la repercusión que puede tener en una persona que sabemos ya se encuentra crítica puede ser alta.

La cinetosis es una gran sensibilidad a los estímulos en el laberinto del oído medio interno, aumentada por los movimientos en dos a más direcciones de forma simultánea y que puede afectar a los pacientes conscientes, se produce cuando la carretera tiene muchos baches o cuando el operador de la unidad maneja de forma irregular.

Otro problema es la gravedad en torno a la aceleración y desaceleración, ya que estos cambios súbitos que ocurren durante el trasporte ( especialmente en traslado terrestre) ocasionan una serie de reacciones dentro del organismo, como son el  desplazamiento de líquidos y masas dentro del cuerpo, movimientos son captados por receptores orgánicos provocando respuestas como la alteración de la presión intracraneal, descenso de la presión arterial, aumento de la frecuencia cardíaca, malestar general y cuadros vagales.

Otro factor es el ruido, que genera estrés físico y emocional al paciente (y a los mismos paramedicos) la sirena, el trafico o el motor del vehículo son ejemplos de este factor que ya había comentado, muchas veces pasa desapercibido y no se le da importancia.

Para evitar problemas durante el transporte de nuestro paciente, debemos seguir una serie de pasos con el fin de evitar o disminuir situaciones como las mencionadas anteriormente.
Estos pasos van desde los más técnico hasta lo indispensable para la comodidad del paciente y así tener un viaje seguro para todos.

podemos resumir estos pasos de esta manera:

Fijar la camilla en su rail correspondiente.
fijar los equipos de infusión y fluidoterapia en los soportes que correspondan.
Colocar los equipos de monitorización y ventilación en sus soportes.
comprobar permeabilidad y estabilidad del tubo endotraqueal.
comprobar los tubos de drenaje, tanto vesical como nasogástrico.

Como norma general debemos vigilar en un traslado de paciente critico:
Monitor ECG.
Tensión arterial.
diuresis.
balas de oxigeno y conexiones.
saturación arterial.
líquidos administrados.
vías canalizadas.
monitorización respiratoria.

debemos cuidar el tipo de conducción del vehículo de emergencia, la posición de la camilla de nuestro paciente, la temperatura, el uso de sirena que son situaciones que dependerán de cada paciente y su cuestión medica.

BIBLIOGRAFIA:

José M. Vergara Olivares, Trasporte del Paciente Crítico.
   
  


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