EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS
DESPRENDIMIENTO PREMATURO DE PLACENTA.
Se define como la separación parcial o total de una placenta no previa de la decidua uterina, ocurriendo esto antes de la expulsión fetal. Se desencadena a consecuencia de una hemorragia en la interfase decidua-placenta y su definición queda limitada para gestaciones mayores de 20 semanas.
Se debe a la ruptura de los vasos maternos en la decidua basal, donde se interconectan con las vellosidades de anclaje de la placenta.
La porción desprendida de la placenta es incapaz de realizar el intercambio de gases y nutrientes, de forma que, cuando ya no se logre compensar esta pérdida, el feto se verá comprometido.
FACTORES O CAUSAS.
Traumatismo abdominal.
Cocaína y drogas de abuso.
Tabaco.
Hidramnios y gestación múltiple.
Hipertensión crónica y trastornos hipertensivos del embarazo.
Malformaciones uterinas.
Cesárea anterior.
Rotura prematura de membranas.
Corioamnionitis.
Isquemia placentaria en embarazo previo.
Edad materna ( más de 35 años).
Multiparidad.
Sexo fetal masculino.
El desprendimiento agudo de placenta se presenta clásicamente con:
Sangrado vaginal brusco.
Dolor abdominal leve o moderado.
Contracciones uterinas hipertónicas.
Patrón anormal de la frecuencia cardiaca fetal.
El desprendimiento crónico de placenta, las Pacientes presentan un sangrado intermitente, leve pero crónico y con el tiempo se presentan manifestaciones como oligamnios, restricción del crecimiento fetal y preeclampsia.
El desprendimiento es una causa importante de morbimortalidad materna y perinatal, la tasa de mortalidad perinatal es de aproximadamente un 12% .
Tratamiento.
La exploración de la paciente debe realizarse mediante especuloscopia cuidadosa (no en el ambiente prehospitalario).
Monitorización fetal continua.
Evidentemente los A B C de soporte para la madre.
Acceso intravenoso.
Monitorización de la madre.
Mantener saturación de oxígeno mayor a 95%.
Estimar la pérdida sanguínea mediante recipiente volumétrico o con el uso de toallas.
En el hospital se deberá realizar un Hemograma.
Después de la evaluación inicial y la estabilización de la paciente, el manejo de los embarazos complicados con desprendimiento de placenta agudo depende principalmente de la viabilidad fetal y del estado materno. Si el feto está vivo, entonces la edad gestacional y el estado fetal juegan un papel importante en la toma de decisiones.
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